Conversación se da horas después del anuncio sobre imposición de aranceles a los automóviles no fabricados en EU
Tras la plática telefónica sostenida hoy entre el canciller Juan Ramón de la Fuente y Christopher Landau, subsecretario del Departamento de Estado, las dos cancillerías difundieron comunicados con diferencias: mientras la mexicana presumió que su titular defendió las “líneas trazadas por la presidenta (Claudia) Sheinbaum”, la de Estados Unidos resaltó los “esfuerzos crecientes de México para frenar la migración ilegal al recibir más vuelos de deportación y repatriar a un mayor número de migrantes ilegales a sus países de origen”.
El Departamento de Estado fue el primero en difundir una versión sobre la llamada telefónica: planteó que los dos funcionarios hablaron sobre “los esfuerzos que se desarrollan para asegurar nuestras fronteras, desmantelar a los cárteles y detener al flujo de drogas ilícitas, armas y migrantes ilegales”, y que De la Fuente “enfatizó en la determinación de México de atender las preocupaciones de seguridad y de cooperar con Estados Unidos”.
Una hora más tarde, la Cancillería difundió un boletín sobre la llamada de su titular con el funcionario de segundo nivel –su homólogo es Marco Rubio, titular del Departamento de Estado–: en él, la dependencia aseveró que el diálogo giró en torno a “la relación bilateral” y a “seguridad, migración y comercio”, e insistió en que el mexicano planteó “que la relación debe continuar sobre las líneas trazadas por la presidenta Sheinbaum: confianza mutua, responsabilidad compartida y respeto a la soberanía”.
En su versión, el Departamento de Estado aseveró que Landau, quien fuera embajador de Estados Unidos en México durante el primer mandato de Donald Trump, “expresó su aprecio hacia los esfuerzos crecientes de México para frenar la migración ilegal al recibir más vuelos de deportación y repatriar a un mayor número de migrantes ilegales a sus países de origen”.
La conversación telefónica ocurrió horas después del anuncio de Trump sobre la imposición de aranceles a los automóviles no fabricados en Estados Unidos el próximo 2 de abril, y en medio del despliegue de tropas y buques militares estadounidenses en las fronteras terrestre y marítima de México, en una aparente estrategia de intimidación.